domingo, 8 de abril de 2012

Trucos fáciles para días duros

Entre los remolinos que causaba al mover la cucharilla dentro del café, se escondían ahogadas un millon de dudas.
Levantó la mirada esperando destruir los recuerdos que aun seguian vivos en la sinápsis de sus células nerviosas, para volver a empezar.
Hacía algún tiempo que andaba perdida en una canción que la impedía recordar cual era su parada, su estación, mientras él ya estaba compartiendo sábados que estaban hechos para hacer el amor, madrugadas en camas ajenas y suspiros bajo la lluvia.
Y te aseguro que lo busqué, pero no existe ningún remedio contra el ``habernos perdido´´. Que tú y yo solo fuimos dos amantes que se besaban en el alma, ahí dentro, en el corazón.
Y no había nada tan triste como el dolor de ver una sonrisa boca abajo, del revés.
Entre tanto se me escapa un suspiro, un ``ojala estuvieras aquí clavado en el corazón´´ un ``no sabes lo que daría por escuchar tu risa floja entre el humo de un peta mal hecho en aquel banco del parque´´
Noches que se han ido, días que no volverán.
 Y recuerdos que te dicen que nunca te puedes fiar de chicos que tocan la guitarra y se inmolan con un Rock&Roll.

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