Y entonces llega otoño, con los
comienzos de mes que siempre me encantan, aunque la verdad que llego hace mucho
tiempo, llego en esas ganas de enc ontrar un mundo mejor de la mano de
cualquier poeta, de perderte en una canción en aquella estación de metro donde
aparece su sonrisa como principal legado. En las ganas de soñar e imaginar
colgada de la voz de John Lenon. Y de esas ganas de ti mientras espero el
autobús o mientras tomo un café combatiendo una vez más a los domingos.
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