miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL SABOR DEL POCO A POCO ,

Desde hace mucho tiempo he sentido una gran debilidad por las alturas, por perderme en tardes citada con los inumerables tejados de Madrid y con sus historias. Sentía que tenía el mundo bajo mi nariz y cada vez que lo recuerdo un escalofrio recorre aquella canción que fue escrita para los dos. Sentía que por un momento satisfacia mis sueños . O los sueños en un golpe de suerte decidian satisfacerme a mi, tal vez con un tejado en Madrid, tal vez con una historia .
Las historias se perdían en sonrisas, sonrisas que con palabras atravesaban almas, o desperdiciaban aquel cuarto rosa donde empezo el amor como vida. Viajes que son amor, y ciudades que enamoran .


Inumberables utopías y eutopías se han localizado o imaginado.

 

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